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En un contexto como el actual, la mentalidad que se posee es fundamental. Este término, cada vez más frecuente en diferentes ámbitos, hace referencia a la forma en la que se piensa, la perspectiva que se tiene de las cosas. 

El mindset o mentalidad, según Carol Dweck, implica el conjunto de creencias, actitudes, conocimientos, supuestos y emociones que mueven nuestras acciones. Estas creencias engloban conceptos importantes como qué es la vida, qué es el éxito, qué es el dinero, entre otras. 

En el entorno postpandemia, donde la rutina y el cómo concebimos el mundo se transformó, comprender el tipo de mentalidad con el que nos identificamos permite ser más atentos a su impacto en las acciones, decisiones y resultados obtenidos. 

De acuerdo con Liliana Alvarado, Vicerrectora Académica de la UTP y Directora General de la Escuela de Postgrado UTP, el mindset se puede resetear y transformar para alcanzar metas. Las personas se hacen, se construyen, no son inamovibles.

¿Cuáles son los tipos de mindset?

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Existen dos tipos de mentalidad, la fija y la de crecimiento (growth mindset). Cada una influye directamente en cómo se afrontan los desafíos, los errores, el feedback de otros, la autocrítica y la competencia. ¡Conócelas!

Mentalidad de crecimiento

Considera que las cualidades humanas pueden modificarse y desarrollarse a través del esfuerzo y la perseverancia. Este tipo de mentalidad busca romper paradigmas y encontrar oportunidades donde otros ven fracasos.

La mentalidad de crecimiento tiende a asumir retos, a ver en los errores formas de oportunidades de aprendizaje y progreso. Las personas con esta mentalidad son más propensas a tener éxito ya que asumen los desafíos, apuestan por el trabajo colaborativo, aprenden de manera constante y consideran que no rendirse, por encima de la idea de «ganar», es el verdadero éxito.

Este mindset implica mucha autoconciencia, puesto que se reconocen las falencias para mejorarlas y se transforma el discurso interno de un saboteador «no puedo» al «yo puedo». 

Personas como Michael Jordan, Albert Einstein, Steve Jobs u Oprah Winfrey son ejemplo de ello: pese a sus circunstancias no renunciaron y alcanzaron sus metas.  

Mentalidad fija

Considera que las cualidades son innatas, que el talento o la inteligencia son fijos y no se pueden cambiar o mejorar. Al ver el mundo bajo esa óptica surgen las excusas, la necesidad de permanecer en la zona de confort y una respuesta poco sana al fracaso: culpar a los demás, a los factores externos.

Las personas con mentalidad fija se enfocan en los problemas, teniendo visión de túnel, donde no hay luz al final del camino. En estos casos, la negatividad, la ansiedad y la frustración son frecuentes. Además, rechazan las críticas y se sienten amenazadas ante el éxito de otro.

Asimismo, una persona con mentalidad fija puede verse a sí misma como una o un genio, disminuyendo a los demás con sus acciones. Este mindset tiene visión cortoplacista, donde importan los resultados del ahora y no el proceso y el futuro.

Líderes con mentalidad de crecimiento: características

La mentalidad de crecimiento acarrea un enfoque más positivo y resiliente hacia la vida. Esto se demuestra en todos los roles que se desempeñan y en la forma de ofrecer a otros herramientas y perspectivas para el crecimiento personal y profesional.

Un líder con growth mindset tiene una actitud de apertura y considera que su equipo puede desarrollar habilidades con esfuerzo y práctica. Son personas que no se dan por vencidas con facilidad y que ven en los retos soluciones factibles.  Estos líderes buscan:

Romper paradigmas:

Salen de su zona de confort y piensan fuera de la caja, asumiendo riesgos. Esta actitud hace que sean innovadores, abiertos a nuevas ideas y formas de hacer las cosas.

Incentivar el trabajo colaborativo:

Sus dones principales, trabajados con entusiasmo y frecuencia, son la escucha activa, la observación atenta y la comunicación asertiva. 

El trabajo colaborativo para una persona con mentalidad de crecimiento es muy importante porque brinda nuevas perspectivas y permite llegar a los objetivos en conjunto.

Ofrecer soluciones:

Debido a su capacidad de escuchar, una persona con esta mentalidad está abierta a considerar diferentes ideas sobre un tema y perseverar hasta encontrar la solución correcta, más rentable y factible. 

Estas soluciones en muchos casos rompen paradigmas, generan críticas o implican esfuerzos grandes, pero son necesarias para el éxito y su abordaje no se hace desde lo negativo.

Empatizar:

El growth mindset está estrechamente relacionado con la empatía. Una persona con esta mentalidad busca entender los desafíos de sus compañeros, motivándolos a crecer, y los ayuda con paciencia y humildad. 

La comprensión y la inclusión son formas de ayudar a los demás a alcanzar su máximo potencial.

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¿Cómo identificar la mentalidad de crecimiento en un líder?

La mentalidad de crecimiento se observa en las acciones cuando los líderes:

  • Juzgan objetivamente situaciones, sin mostrar preferencias.
  • Se abren a nuevas experiencias.
  • Son sensibles a los problemas de la sociedad e incluso en ese ámbito tienen visión a largo plazo.
  • Están genuinamente interesados en las personas: tanto en su círculo íntimo, como sus colaboradores y clientes.
  • Se comprometen con sus planes, con las personas, con sus acciones en todos los entornos.

Un líder con mentalidad de crecimiento es autocrítico y autoexigente, pero también comprensivo y humilde, consigo mismo y con los demás. Su curiosidad y comportamiento disruptivo le llevan a experimentar y abrazar el aprendizaje constante y el fracaso, siempre listo para pivotear y llegar a otra solución. 

Si quieres educar tu mentalidad y ser un líder con growth mindset, participa en el Innovation LAB, Programa de Innovación y Aceleración, que te ofrece la Escuela de Postgrado de la UTP. Con él podrás llevar tus proyectos al más alto nivel gracias a las diferentes metodologías que se abordan. ¿Qué esperas para impactar de forma positiva en tu vida y la de otros?

La innovación no es algo nuevo. Los seres humanos hemos innovado desde el inicio de los tiempos, con las tecnologías que hemos tenido a disposición. Sin embargo, la innovación disruptiva en las empresas sí es algo novedoso. 

¿Qué es la Innovación Disruptiva? 

La innovación disruptiva consiste en ofrecer soluciones que antes no existían gracias a un cambio tecnológico. En el caso de las empresas, lo disruptivo no es este factor sino la transformación del modelo de negocio. 

El concepto de innovación disruptiva implica un proceso que puede aplicarse a cualquier industria. Estas son algunas de las claves para aplicar la innovación disruptiva en tu empresa. 

5 Claves para aplicar Innovación Disruptiva en las empresas 13

1.- Descubre la necesidad no satisfecha

Una de las características de la innovación disruptiva es solucionar problemas. Por ejemplo, las start-ups, se enfocan en un nicho de mercado específico pero desatendido, con una necesidad no cubierta o cubierta de forma insatisfactoria. 

Aplicar este principio en una empresa es un camino de dos vías. Se puede pensar disruptivamente hacia afuera, preguntándote ¿cuál es la necesidad de un nicho específico? ¿qué producto/servicio puedo crear para satisfacer esa necesidad?

Pero también se puede pensar disruptivamente hacia el interior de la empresa: ¿cuál es la necesidad de mi empresa que no está cubierta? ¿están mis clientes y colaboradores satisfechos? ¿qué cosas puedo cambiar a lo interno para innovar en mi propia organización?

2.- Ofrece productos y servicios más simples y menos costosos 

Si por definición la innovación disruptiva viene a satisfacer una necesidad no cubierta, esto significa que debemos crear la opción ofreciendo alternativas a los mercados. Estos productos y servicios disruptivos deben tener un precio accesible, calidad inicial suficiente y potencial de mejora continua. 

Esto significa que los usuarios deben percibir la alternativa como lo suficientemente buena, pero deben saber que ese no es el producto final, sino que tendrá actualizaciones permanentes. 

En la Actualidad, este concepto está muy internalizado, gracias a las constantes actualizaciones de los sistemas operativos que usamos en las computadoras y teléfonos. Los propios smartphones son el ejemplo perfecto de un producto disruptivo: accesibles, de calidad aceptable y siempre mejorando. 

3.- Permítete fallar 

No hay innovación sin prueba y las pruebas conducen al error, de esta forma se logra el aprendizaje. La innovación disruptiva admite el error, de hecho, lo celebra porque es la única manera de encontrar nuevas maneras de hacer las cosas. 

Cuando surge una idea, el primer impulso es pensar en todas las maneras en las que no va a funcionar, por eso es importante cambiar el mindset hacia uno más innovador en el que el foco esté en lo que sí puede funcionar porque se entiende que fallar es parte del proceso, no el fin. 

5 Claves para aplicar Innovación Disruptiva en las empresas 14

4.- Pregúntalo todo 

Las preguntas incómodas son “gasolina” para la innovación. Cuestionar lo que “toda la vida se ha hecho así” es una de las formas más fáciles y efectivas de ser disruptivos. Solo al derribar las barreras de lo establecido se abre espacio para aquellos que están dispuestos a innovar. 

Pregunta desde cómo mejorar tu negocio hasta las cosas que ya no están funcionando. Sal de la respuesta común y la excusa de “esto es lo mejor que podemos hacer”. Pregúntate ¿qué pasaría si lo hacemos aún mejor? ¿y si aparte de mejor lo hacemos más rápido? Esta manera de pensar debe prevalecer en toda la compañía, desde los niveles medios hasta los ejecutivos de alto nivel. 

Hay otro tipo de preguntas que te ayudarán a pensar con un poco más de apertura sobre cómo aplicar la innovación disruptiva en las empresas, especialmente en la tuya: 

  • ¿Ya logramos todo lo que podíamos en el negocio? 
  • ¿El core del negocio se puede maximizar? ¿Cómo?
  • ¿A dónde va la empresa? ¿Qué es lo más alto que queremos llegar? 
  • ¿Cuáles son los pequeños cambios que podemos hacer en la empresa para transformarnos poco a poco o hacer innovaciones incrementales?

5.- Involucra a toda la compañía 

Aplicar la innovación disruptiva en una empresa es un proceso que requiere la colaboración de todos los colaboradores y esto implica crear una cultura innovadora dentro de la organización. 

Aunque un departamento en específico lidere el avance tecnológico o el prototipado de los nuevos productos, toda la empresa debe involucrarse, de lo contrario será muy fácil encontrar obstáculos a lo interno que puedan detener el avance de la transformación. 

La mejor manera de agrupar a los equipos alrededor de la innovación es compartiendo el propósito con todos, el “para qué” se están encontrando nuevas soluciones y cuál es el motivo que impulsa el cambio. 

Las empresas con propósito tienen mayor probabilidad de lograr un avance significativo en sus procesos de transformación. Así que empieza por poner en práctica la tarea de cuestionarlo todo y pregúntate ¿Cuál es el propósito de tu empresa? ¿Es un propósito innovador? ¿Por qué hacen lo que hacen? 

Siempre ten presente que cuando ocurre la innovación disruptiva en las empresas, estas empiezan a ofrecer mejores funcionalidades o mayor calidad en sus productos o servicios para satisfacer una necesidad no atendida a través de una tecnología específica. 

Hay innovaciones disruptivas y sustentadoras, las primeras suministran una mejor funcionalidad o calidad a los clientes más exigentes de una organización y las segundas examinan cómo compensar al cliente reduciendo algunas capacidades o funciones de los servicios. 

 

¿Te atreves a ponerla en práctica? En nuestro Laboratorio de Innovación Empresarial de la Escuela de Postgrado UTP estudiamos a fondo cómo aplicar innovación disruptiva en las empresas partiendo de la teoría a la acción. Puedes obtener más información sobre este programa, aquí.



Preguntas Frecuentes

¿Qué es la innovación disruptiva y cómo puede beneficiar a mi empresa?
La innovación disruptiva implica ofrecer soluciones nuevas gracias a un cambio tecnológico, transformando el modelo de negocio. Puede beneficiar a tu empresa al abrir nuevas oportunidades de mercado, satisfacer necesidades no cubiertas y mantener la relevancia en un entorno empresarial competitivo.

¿Cuál es el papel de la cultura empresarial en la implementación de la innovación disruptiva?
La cultura empresarial desempeña un papel crucial en la implementación de la innovación disruptiva. Una cultura que fomente la experimentación, la aceptación del fracaso como parte del proceso de aprendizaje y la colaboración entre todos los niveles de la organización es fundamental para impulsar la innovación disruptiva de manera efectiva.

¿Cuáles son algunos ejemplos de empresas que han aplicado con éxito la innovación disruptiva?
Ejemplos de empresas que han aplicado con éxito la innovación disruptiva incluyen Netflix, que transformó la industria del entretenimiento al pasar de la distribución de DVD a la transmisión en línea de contenido, y Uber, que revolucionó el mercado de transporte al introducir un modelo de negocio basado en la economía compartida y la tecnología móvil. Estas empresas identificaron necesidades no satisfechas en el mercado y aprovecharon la tecnología para ofrecer soluciones innovadoras.

Fuente:
Zambrano Valdivieso, O., Almeida Salinas, O., Rodríguez Serrano, K., Vargas Ramírez, I., & Silva Prada, D. (2018). Innovación disruptiva, estrategia de inclusión al emprendimiento social. Inclusión & Desarrollo, 6(1), 33-46. https://doi.org/10.26620/uniminuto.inclusion.6.1.2019.33-46

Los emprendimientos sociales son hijos de las crisis, buena parte de ellos son el resultado de la inquietud de un emprendedor, o grupo de emprendedores, por cambiar las realidades sociales y trabajar en proyectos que tengan un impacto real en el mundo.

De hecho, la diferencia entre los emprendimientos sociales sostenibles con los emprendimientos de otro tipo (financieros o culturales) es la orientación netamente social de los proyectos que, sin embargo, no llegan a ser filantrópicos porque deben ser sostenibles financieramente en el tiempo.

En los entornos cambiantes o críticos, cuando las políticas sociales empiezan a sufrir recortes o se le presta menos atención a lo “importante” para atender lo “urgente”, es cuando los emprendimientos sociales logran abrirse camino.

Pero ¿es suficiente el deseo de querer cambiar las cosas para que un emprendimiento de carácter social funcione? La respuesta es “no”. Sin duda, las ganas de marcar la diferencia en los entornos y ser parte de las soluciones en lugar de perpetuar los problemas es una motivación poderosa para emprender un proyecto social, pero no es suficiente.

Por eso hoy queremos mostrar las 10 claves del éxito de los emprendimientos sociales que constituyen la base para que esa buena idea se materialice, crezca, prospere en el tiempo y pueda lograr el anhelado cambio social.

1. El perfil del emprendedor social

No todo el mundo está hecho para llevar adelante un emprendimiento social. El perfil de este emprendedor es muy específico porque, aunque comparte la esencia de un emprendedor comercial, tienen características propias, muy marcadas.

Por ejemplo, es una persona que desea mejorar la calidad de vida de las personas, orientada a la innovación, creativa, capaz de equilibrar la urgencia de satisfacer las necesidades de las personas con la transformación social que hará sostenible esa cobertura de necesidades en el tiempo.

Además, tiene una visión social colectiva que priva sobre los intereses individuales, credibilidad, confianza en los equipos y en los beneficiarios de la acción social, tiene una fuerte ética personal y profesional, así como la certeza de que está actuando para generar un impacto en la vida de las personas.

2. Una idea poderosa y capacidad de impacto

Esta es la parte que casi todos los emprendedores sociales tienen cubierta: una idea que cambie la vida de las personas para mejor. Que genere impacto, bien sea en lo político, social, económico o ambiental, el emprendedor social respira su idea todos los días con ansias de convertirla en realidad para beneficio de una comunidad o grupo.

Esta idea puede estar circunscrita a un ámbito local, sin embargo, un emprendimiento social no tiene límites geográficos porque muchos de los problemas sociales son compartidos por poblaciones distintas e, incluso, lejanas entre sí. Pero una idea potente puede ser replicada en cada lugar donde el mismo problema social necesite ser resuelto, para generar un impacto social positivo.

3. Tener un objetivo social

El objetivo de un emprendimiento social es crear valor social en lugar de riqueza personal. Su meta es la innovación social y se enfoca en los problemas colectivos en lugar de en las necesidades individuales.

Aunque el éxito financiero es un objetivo importante a alcanzar para poder sostener el proyecto, este pasa a un segundo lugar en la lista de prioridades. Esto, por supuesto transforma por completo la visión de emprendimiento tradicional orientado a los negocios.

Sin embargo, estos objetivos pueden lograrse por vías muy distintas. Por ejemplo, los beneficios de un negocio (o emprendimiento comercial) pueden destinarse a un objetivo social. Otra opción es que el propio emprendimiento cumpla su objetivo de impacto social positivo gracias a sus propias acciones.

4. Toneladas de creatividad

No hay emprendimiento social exitoso sin grandes dosis de creatividad. No solo para dar con la “idea fundacional poderosa” sino para sortear los obstáculos del día a día, siendo recursivos y encontrando soluciones fuera de lo común.

Decíamos al principio que los emprendimientos sociales florecen en los entornos de incertidumbre, gracias justamente a que aprenden a tomar decisiones creativas, soluciones novedosas y nuevas formas de hacer las cosas.

5. Tener una ética fuerte

El compromiso de un emprendimiento social con las sociedades es difícil de romper. Los emprendedores sociales están motivados por crear valor y resolver los problemas de sus entornos. Sin embargo, no son pocas las trabas que se encuentran en el camino, por lo que tener valores y principios éticos innegociables es muy importante para mantenerse “en el carril” y no desviar los esfuerzos hacia el beneficio personal de los involucrados.

6. Guiarse por una Misión

Uno de los aspectos que ayuda a conformar un código ético en los emprendimientos sociales es tener una misión clara y compartirla con el equipo. Esto va alineado al ítem de los objetivos, sin embargo, una misión es mucho más poderosa.

Cuando hablamos de misiones orientadas a lo social, el nivel de compromiso se multiplica exponencialmente. Cuando la calidad de vida de las personas o el futuro del medio ambiente están involucrados, no se puede fallar.

Las misiones, además, son potentes motivadores para un equipo. Forman parte de las razones por las cuales ir a trabajar y comprometerse: porque sienten que vale la pena y que están aportando algo al mundo. No hay que subestimar el poder de la solidaridad.

7. Modelo de negocio diferente

Los emprendimientos sociales se caracterizan por ser organizaciones responsables con sus colaboradores, con el medio ambiente y con sus comunidades circundantes. Entienden que las personas son el centro de sus acciones y procuran que su propia organización interna apueste por la diversidad, la pluralidad, la equidad de género y la flexibilidad.

8. Tener fuentes mixtas de financiamiento

Este es una de las claves del éxito más retadoras para los emprendimientos sociales porque sin financiamiento no hay proyecto que perdure. Las fuentes de financiamiento de un emprendimiento social pueden ser públicas o privadas. La mayoría tienen fuentes mixtas y procuran también generar sus propios ingresos.

9. Respirar innovación

Puede que esta sea, junto con la creatividad, una de las claves más importantes del éxito de un emprendimiento social. La innovación prácticamente forma parte de la definición y de la esencia de estos proyectos. Encontrar soluciones innovadoras es parte de lo que hace único a un emprendimiento social, se distinguen por la capacidad de sus miembros de imaginar el futuro de formas diferentes e inesperadas y trabajar para hacer esa “diferencia” una realidad.

Los emprendimientos sociales funcionan fuera de lo establecido, justo donde lo tradicional no ha sabido brindar respuestas. Por eso las decisiones de sus líderes se basan en la innovación, la proactividad y la ausencia de miedo a asumir retos.

10. Foco en la educación

La literatura sobre emprendimientos sociales destaca en la medida en que una persona tiene más formación académica, su conocimiento e interés sobre la innovación social aumenta. Por eso es más probable el surgimiento y éxito de los emprendimientos sociales entre personas comprometidas con el bienestar de la sociedad que, además, tienen la formación necesaria para poder emprender proyectos sociales exitosos.

 

Como señalamos, las buenas ideas e intenciones positivas no son suficientes, los emprendimientos sociales requieren de líderes con habilidades muy específicas que los impulsen hacia la concreción, la sostenibilidad y el éxito. Y las personas de mayores niveles educativos están más orientadas a lograrlo.

Por eso en el Curso de Especialización en Innovación Empresarial de la Universidad Tecnológica del Perú nos enfocamos en capacitar a los profesionales para convertirlos en agentes de innovación que puedan brindar soluciones novedosas a los problemas sociales del país, de la región y también del mundo.

Si los problemas son comunes, que también lo sean las soluciones que brindan los emprendimientos sociales que buscan mejorar la calidad de vida de las personas.

Preguntas Frecuentes

¿Qué diferencia a un emprendimiento social de otros tipos de emprendimientos?

Un emprendimiento social se diferencia de otros tipos de emprendimientos por su orientación netamente social. Su objetivo principal es crear valor social y solucionar problemas colectivos, a diferencia de los emprendimientos financieros o culturales que buscan principalmente generar ganancias.

¿Cuáles son las claves del éxito para un emprendimiento social?

Las claves del éxito para un emprendimiento social incluyen tener un perfil de emprendedor social específico, una idea poderosa con capacidad de impacto, un objetivo social claro, creatividad, una ética fuerte, una misión compartida, un modelo de negocio responsable, fuentes de financiamiento, un enfoque en la innovación y un compromiso con la educación.

¿Por qué es importante la educación en los emprendimientos sociales?

La educación es crucial porque las personas con mayor formación académica tienen un conocimiento más profundo y un mayor interés en la innovación social. La formación necesaria para emprender proyectos sociales exitosos se encuentra entre aquellos comprometidos con el bienestar de la sociedad. Por esta razón, programas como el Curso de Especialización en Innovación Empresarial de la UTP se enfocan en capacitar a agentes de innovación que puedan brindar soluciones novedosas a los problemas sociales.