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Gestión Pública

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El Presidente de una República cuenta con una larga lista de responsabilidades, pero su voz está lejos de condensar todos los poderes del Estado. El primer mandatario es apenas una parte de un sistema democrático que promueve a múltiples partidos y que debe garantizarles los derechos a sus ciudadanos. 

A la hora de prepararse para dirigir una empresa, bien sea en el sector público o en el privado, es importante que como profesional conozcas en detalle cómo se distribuyen los poderes del Estado y cómo se organizan para mantener el equilibrio. 

Los poderes del Estado 

En el Perú, por ejemplo, se cuenta con una democracia representativa y se tienen tres poderes del Estado. En otros países democráticos de la región latinoamericana se repite este modelo, aunque hay algunos países que poseen más de tres poderes. 

1. Poder Legislativo

Se trata del ala del Estado a cargo de la creación y la reforma de las leyes, al igual que ejercer el control político sobre el Ejecutivo. Es la máxima representación de la voz de los ciudadanos en un país. 

En algunos países es reconocido como el primer poder del Estado y está representado por el Congreso de la República. En el Perú, por ejemplo, este órgano es unicameral y cuenta con 130 legisladores que laboran por un período de cinco años. 

2. Poder Ejecutivo 

El gran objetivo de esta rama del Estado es la ejecución de las políticas públicas y la toma de decisiones políticas y estratégicas. Está representado por el Presidente de la República, quien también asume el cargo de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y Policiales en el Perú.  

Los ministerios también forman parte de este poder del Estado. En el Perú, por ejemplo, existen 18 carteras diferentes: Interior, Relaciones Exteriores, Justicia y Derechos Humanos, Defensa, Economía y Finanzas, Energía y Minas, Producción, Agricultura y Riego, Comercio Exterior y Turismo, Ambiente, Salud, Vivienda, Educación, Transportes y Comunicaciones, Trabajo y Promoción de Empleo, Desarrollo e Inclusión Social, Cultura, Mujer y Poblaciones Vulnerables.

Otro de los poderes del Estado es el judicial y su misión es velar porque se cumplan las leyes

3. Poder Judicial 

Esta tercera ala del Estado se encarga de ejercer y administrar la justicia en una sociedad. Su misión central, de hecho, es velar porque se cumplan las leyes, se resuelvan los litigios y se protejan los derechos de los ciudadanos. 

La Corte Suprema de Justicia es quien preside este poder del Estado en el Perú. Su competencia abarca a todo el territorio y luego, le siguen las Cortes Superiores, los Juzgados de Primera Instancia y los Juzgados de Paz Letrados y No Letrados. 

Los poderes del Estado fueron creados para garantizar los contrapesos. Esto implica que cada uno es independiente y debe actuar apegado a sus funciones. Al final, la misión de cada una de estas ramas es que el Estado no pueda ser controlado por una única instancia. 

Si tu objetivo es convertirte en un agente de cambio en el Estado, en la Maestría en Gestión Púbica de la Escuela de Postgrado UTP (EPGUTP) te ofrecemos una malla curricular orientada a convertirte en un profesional que impulse la transformación del Estado peruano.

Preguntas Frecuentes

¿Cuántos poderes del Estado tiene Perú y cuáles son?
Perú tiene tres poderes del Estado: Legislativo, Ejecutivo y Judicial.

¿Cuál es la función del Poder Judicial en Perú según el artículo?
La función del Poder Judicial en Perú es ejercer y administrar la justicia, velando por el cumplimiento de las leyes, resolviendo litigios y protegiendo los derechos de los ciudadanos.

¿Qué representación tiene el Poder Ejecutivo en Perú?
El Poder Ejecutivo en Perú está representado por el Presidente de la República, quien también es el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y Policiales, y está respaldado por los diferentes ministerios que conforman su gabinete.

Democracia participativa en la gestión pública: ¿Cómo lograrlo?

Involucrar a todos los peruanos en la identificación de los problemas locales más relevantes y sus soluciones, así como en la distribución del presupuesto anual es una meta para cualquier líder político o social en la actualidad. Esto es lo que se conoce como democracia participativa, pero hacerla realidad es un reto. 

Antes de que una iniciativa de democracia participativa pueda concretarse hay que conocer los mecanismos propios de este modelo político moderno y tomar en consideración varios factores claves antes de aplicarlo. 

Esta mini guía es especialmente útil para los líderes que quieren entender más de los tipos de democracias y quieren materializar la participación de las comunidades en una primera iniciativa. 

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¿Qué es la democracia participativa? 

La democracia participativa es un modelo político que les otorga a los ciudadanos una mayor influencia en la toma de decisiones en la política. 

Es uno de los tipos de democracia y, para algunos politólogos, además, es una tendencia que busca fortalecer un papel más activo de los ciudadanos mientras promueve una mayor transparencia entre los líderes políticos y sociales.  

Por otro lado, otra lista de especialistas políticos suele ver a la democracia participativa como una antagonista de la democracia representativa. Pero en realidad se tratan de formas complementarias para fortalecer los principios democráticos de cualquier gestión pública. (no repetir tanto la palabra democracia)

¿Cuáles son los beneficios de la democracia participativa? 

Hoy cada vez más líderes políticos, económicos y sociales se sienten atraídos por este modelo de democracia participativa. Las razones son las siguientes: 

  • Sensibiliza al ciudadano sobre los problemas a su alrededor
  • Ayuda a gestionar las expectativas de los ciudadanos sobre sus líderes
  • Facilita el conocimiento que los líderes tienen sobre determinados grupos o segmentos con una menor representación en la comunidad
  • Alienta la transparencia de la gestión pública
  • Mejora el grado de satisfacción de los ciudadanos con la gestión pública
  • Aumenta el respaldo de la comunidad a las decisiones tomadas por su gobierno o sus máximos líderes

Todos estos beneficios se obtienen después de que se facilita una interacción directa entre una autoridad y los individuos que hacen vida en esa localidad. Estos encuentros, bien sean presenciales o a distancia, favorecen que los ciudadanos se sientan escuchados y atendidos. 

Concretar una primera iniciativa de democracia participativa, no obstante, depende de qué tan activa es la participación de los ciudadanos. Para lograr este objetivo hace falta considerar, al menos, dos factores claves: la cantidad de tiempo invertido por los ciudadanos comunes y los resultados que estos obtienen tras las jornadas de participación. 

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¿Cuáles son los mecanismos propios de la democracia participativa? 

Lo interesante de este modelo democrático es que resulta útil tanto para los gobiernos locales como para la gestión pública en organizaciones sociales. Algunos de sus mecanismos son: 

  • Los presupuestos participativos 
  • Los consejos sectoriales 
  • Los consejos comunales 
  • Las iniciativas legislativas populares 
  • Las audiencias públicas 
  • Las jornadas de rendición de cuentas
  • Los jurados ciudadanos 
  • Las veedurías ciudadanas 
  • Los sondeos deliberativos 

Todas estas herramientas son usadas para concretar esta nueva manera de involucrar más a los ciudadanos en la toma de decisiones en la política. Aunque lo común es que estas iniciativas se realicen en grandes espacios abiertos, también es posible hacerlas en la esfera digital. 

Las encuestas deliberativas, los círculos de estudios en foros en línea y la validación comunitaria a través de formatos digitales son otros mecanismos que pueden usarse para darle forma a la democracia participativa en la gestión pública. 

De hecho, atraer a un buen volumen de voces de la comunidad para que participen en las iniciativas no es el único reto en este proceso, sino también que los objetivos, las motivaciones y el seguimiento de las jornadas se hagan de la forma adecuada. 

En la Maestría en Gestión Pública en Perú que ofrecemos en la Escuela de Postgrado de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), nos enfocamos en que los líderes aprendan a planear de la forma más completa el cómo involucrar a sus comunidades en la toma de decisiones. 

Esta es la verdadera clave para lograr una buena experiencia participativa. Si quieres implementar este modelo, debes estar preparado. ¡Contáctanos y conoce el plan de estudios completo!



Preguntas Frecuentes

¿Cuál es el objetivo principal de la democracia participativa en la gestión pública peruana?
El objetivo principal es involucrar a los ciudadanos en la toma de decisiones políticas y en la distribución del presupuesto anual, buscando una mayor transparencia y participación ciudadana.

¿Qué beneficios se obtienen mediante la implementación de la democracia participativa?
Algunos beneficios incluyen sensibilizar a los ciudadanos sobre los problemas locales, gestionar mejor las expectativas ciudadanas, mejorar la transparencia en la gestión pública y aumentar el respaldo de la comunidad a las decisiones gubernamentales.

¿Cuáles son algunos de los mecanismos utilizados para promover la democracia participativa en la gestión pública peruana?
Algunos mecanismos incluyen los presupuestos participativos, consejos sectoriales, consejos comunales, iniciativas legislativas populares, audiencias públicas, jornadas de rendición de cuentas, jurados ciudadanos, veedurías ciudadanas y sondeos deliberativos.

 

La inversión pública es, ante todo, una gran responsabilidad de quienes forman parte de la estructura estatal. Lograr, además, que estas inversiones sean eficientes y tengan un impacto en el Producto Interno Bruto (PIB) del país, es la meta dorada de quienes se dedican a la gestión pública.

¿Cómo seleccionar los mejores proyectos? ¿Qué metodología seguir durante la ejecución del programa? ¿De qué forma integrar cada proyecto de inversión pública con el presupuesto a corto y a mediano plazo del Estado? ¿Cuáles son los mecanismos de control interno y transparencia a usar durante el desarrollo del proyecto?

El reto de una inversión pública eficiente tiene muchas aristas. La buena noticia es que todos los ejecutivos públicos pueden apoyarse en el conocimiento de un grupo de economistas, administradores y politólogos que marcaron una senda para lograr que cada dólar público invertido repercuta en el crecimiento económico del país.

Por eso, hoy queremos presentarles los 4 pasos más importantes para hacer una inversión pública eficiente. Desde cómo seleccionar un buen proyecto de inversión, hasta la fase de cómo presentar los resultados obtenidos ante la ciudadanía para mantener la transparencia y las cuentas claras.

Lo primero es revisar el consenso sobre lo que se conoce, de verdad, como una inversión pública con oportunidad de impactar en el crecimiento económico.

4 pasos para hacer una inversión pública eficiente 4 pasos para hacer una inversion publica eficiente

¿Qué es la inversión pública eficiente?

A diferencia de lo que ocurre en las empresas privadas, todas las inversiones públicas están bajo la mirada de la ciudadanía, la prensa, los bancos internacionales que brindan algunos financiamientos y de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) enfocadas en el área de cada proyecto.

La eficiencia de estas inversiones es punto crucial. Un estudio hecho este año por el Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que las economías de los países en desarrollo con bajos ingresos pierden, en promedio, 40% del retorno de sus inversiones públicas en infraestructura debido a la falta de eficiencia.

Los países con menores ingresos son quienes más oportunidades desperdician con sus inversiones públicas, si se les compara con el resto. Los países catalogados como economías emergentes, por ejemplo, Brasil o Turquía, solo pierden 27% del retorno en sus inversiones públicas en infraestructura, mientras que los países con economías avanzadas, como Alemania o Francia, solo tienen una pérdida equivalente al 13%, de acuerdo al mismo estudio del FMI.

Para evaluar si un proyecto de inversión pública en infraestructura es eficiente, se tiene que considerar si antes de empezar el proyecto el organismo público contaba con: el terreno, el presupuesto, el equipo profesional, la disponibilidad de equipos y maquinarias en estado operativo, el estudio de datos sobre el beneficio en costo y oportunidad, así como el régimen de costo de mano de obra.

La inversión pública eficiente está definida por aquellos proyectos donde se establece la disponibilidad de los recursos económicos y el capital humano necesarios para cumplir con el cronograma.

Además, se trata de proyectos que tienen el potencial de impactar en una mejor calidad de vida y en el crecimiento económico del país donde se ejecutan.

Otra manera más sencilla de definir a la inversión pública eficiente es cuando la variación en los costos entre lo programado y lo ejecutado al final del proyecto es mínima, considerando los materiales, la mano de obra, los gastos generales y el tiempo de ejecución.

Como vemos, lo que marca la diferencia entre una inversión pública eficiente y una ineficiente, es la planificación y el cumplimiento de los objetivos.

4 pasos para hacer una inversión pública eficiente pasos para hacer una inversion publica eficiente

¿Cuáles son los pasos para hacer una inversión pública eficiente?

Casi igual a lo que sucede con cualquier otra área gerencial, el secreto para obtener los mejores resultados es hacer un buen trabajo preliminar de evaluación y análisis de las variables, para luego tomar las mejores decisiones para la ejecución del proyecto.

Los pasos más importantes son:

Paso 1: Planificación

Esta primera fase incluye la capacidad para identificar proyectos que puedan insertarse en los lineamientos de los planes nacionales o sectoriales ya existentes. Esto es clave porque así los gerentes públicos se cercioran de que su programa también responda a los objetivos más amplios del Estado.

Otro punto esencial en esta etapa es la evaluación preliminar de los recursos tanto económicos como de profesionales, técnicos y asesores que serán imprescindibles para completar de la mejor manera la gestión de ese proyecto.

Los gerentes también necesitan incluir en su planificación todo lo concerniente a la colaboración y la coordinación con otras entidades estatales, que pueden ayudarle en la experticia en un determinado proyecto.

Paso 2: Presupuestos

No solo se trata de definir cuál es el monto total que le fue asignado al proyecto desde la esfera nacional o regional. En este período, es esencial definir el estimado para cada pequeño segmento de los gastos asociados al proyecto de inversión pública.

Es imprescindible considerar si existen algunas reglas fiscales especiales para la localidad o el sector, que pudieran incrementar el presupuesto.

Además, en este paso también debe establecerse un esquema de cómo serán los flujos de entrega de recursos conforme avance la ejecución de las distintas fases del proyecto.

Por ejemplo, es crucial que se piense cómo se financiará el mantenimiento de una obra, una vez se concluya su construcción. Pensar en el futuro también forma parte de una gestión pública eficiente.

Paso 3: Procedimientos

Si bien la fase de ejecución de una inversión pública varía de acuerdo al sector, hay elementos claves de la estructura que se repiten en todos los ámbitos y que necesitan monitorearse de forma rigurosa a lo largo de todo el proyecto.

¿Cuáles serán las adquisiciones previstas? ¿Cómo se coordinarán estas compras públicas con la disponibilidad de fondos en el presupuesto? ¿Quiénes serán los gestores de la cartera y qué criterios de supervisión se establecerán? ¿Cómo será el seguimiento de los bienes públicos?

Estas son algunas de las preguntas que necesitan contestarse antes de escribir el procedimiento final, que se seguirá para la implementación de una determinada inversión pública.

Paso 4: Mediciones

Fijar cuáles serán los índices para reportar los avances en el proyecto y establecer un cronograma de publicación para rendir cuentas son dos tareas claves, para que una inversión pública pueda considerarse no solo eficiente sino también transparente.

Estos datos claves que se medirán y reportarán en fases programadas necesitan ser fáciles de obtener y muy sencillos de entender. Tanto para la cadena de gestión pública como para la ciudadanía en general.

Todos estos pasos para una inversión pública eficiente forman parte de una metodología probada en distintos países de América Latina. Sin embargo, la parte más difícil siempre es superar la brecha que existe entre el diseño de un proyecto y la práctica aplicada.

En la Escuela de Postgrado de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), diseñamos la Maestría en Gestión Pública para aquellos que buscan aprender no solo las teorías más modernas, sino también compartir con otros gerentes públicos cómo invertir cada vez mejor los recursos públicos para aportar al crecimiento del país.

Esta maestría en gestión pública, de hecho, fue pensada para que los profesionales interesados en diversos roles ligados a la esfera estatal puedan formarse para mejorar su rendimiento y eficiencia en proyectos de distintos sectores. ¿Listo para asumir el reto de un nuevo nivel educativo? Escríbenos para conocer más detalles.