La labor del docente tiene una relevancia sin igual. Su papel no es solo transmitir conocimientos, sino transmitir a sus estudiantes habilidades blandas y duras para el desempeño académico y profesional. ¿Cuáles deben ser las características de un buen docente en la actualidad?

El rol del docente ya no es solo ser un vínculo de saberes: debe brindar experiencias, aprendizajes más significativos desde el hacer. Esto implica mejorar sus habilidades, herramientas y estrategias para brindar procesos de enseñanza y aprendizaje de vanguardia.

Marlith Segura Castillo, docente de la maestría de la Escuela de Postgrado UTP, señala que los docentes son productores de conocimiento, guías que también están en constante aprendizaje.

Los estudiantes son los protagonistas del acto educativo, por ende, la enseñanza está más orientada al uno a uno, lo que se hace necesario manejar tanto habilidades técnicas como las relacionadas al desarrollo socioemocional.

Características de un buen docente: ¿qué hace la diferencia?

Según la experiencia de la docente Segura Castillo, el docente universitario actual entra a las aulas para compartir con alumnos multidisciplinarios, de diferentes generaciones y con expectativas diversas. Esto hace que se eleve el nivel de responsabilidad y que se busque aplicar metodologías y herramientas más personalizadas, orientadas a generar una conexión sin perder de vista el acto educativo.

Los docentes, indica la también consultora asociada de negocios y emprendimientos, deben conocer a sus estudiantes para afinar sus estrategias de enseñanza. Para ello es necesario contar con habilidades blandas y ser líder pedagógico para potenciar talentos.

Entre las características que puede desarrollar para impulsar los procesos de aprendizaje se encuentran:

Conocimiento actualizado

Un buen docente debe tener conocimientos avanzados en su área, conocer la información más novedosa y dosificarla para su grupo. Asimismo, es necesario que se reconozca y actúe como un eterno aprendiz, es decir, que pueda aprender, enseñar, volver a aprender, enseñar y así, de forma cíclica, apostando por la mejora continua.

Empatía

La empatía es una de las habilidades blandas más importantes en la educación. Un docente empático comprende las preocupaciones y alegrías de sus estudiantes. Esto permite construir una relación sólida y positiva, donde el alumno se siente apoyado y valorado. La empatía no solo se refleja en el aula, sino que también construye relaciones sólidas y duraderas.

Comunicación asertiva y efectiva

Las habilidades blandas en educación son esenciales para comunicar los diversos conocimientos, instrucciones y experiencias. El docente es un mediador: observa con atención y paciencia para luego gestionar las situaciones, responder preguntas y brindar feedback. A través de la escucha y la observación atenta puede llevar al máximo el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Adaptación y flexibilidad

El docente es un estratega: entra al aula con un plan, pero tiene la capacidad de adaptarlo sobre la marcha y ajustar su estilo de enseñanza para lograr alcanzar a más estudiantes. Toma en consideración las nuevas situaciones y necesidades para adaptar la metodología e innovar en técnicas y estrategias.

100 % pasión por la enseñanza

Un líder pedagógico se caracteriza por su compromiso y su pasión hacia su labor. Este identifica su propósito y toma acción generando respuestas positivas en sus estudiantes.

Habilidades blandas en la educación: ¿por qué son tan importantes?

Las habilidades blandas o soft skills se pueden entrenar, desarrollar. Son atributos que permiten formar para la vida, es decir, que pueden incrementar el potencial interno y ayudar a otros a crecer.

El autoconocimiento, como bien indica la docente de UTP Marlith Segura Castillo, contribuye al desarrollo de estas habilidades. En el entorno educativo estas son algunas de las más importantes:

Liderazgo

Entre las habilidades de un docente debe encontrarse ser líder. Aquel que guía a sus estudiantes hacia sus talentos, con sabiduría y respeto, y contribuye a que sean agentes de cambio.

Creatividad

Las estrategias pedagógicas y mantener la atención de los estudiantes requiere ingenio. En el caso de los docentes aplicar metodologías activas y de innovación hará que sus estudiantes también sean multiplicadores de los mensajes y desarrollen ambientes educativos dinámicos.

Resolución de problemas

Identificar y gestionar las adversidades dentro y fuera del aula permitirá crear procesos eficientes, positivos y tomar decisiones efectivas. Esta habilidad de un docente también se transfiere a sus estudiantes cuando estos participan de forma activa en la construcción de sus aprendizajes.

Inteligencia emocional

La capacidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones es necesaria dentro del entorno educativo. Facilita la gestión de conflictos y fomenta ambientes de aprendizaje positivos, donde el estudiante se sienta seguro.

Usar nuestras emociones puede motivarnos y motivar a los demás, así como llevarnos a reflexionar para establecer relaciones positivas en todos los contextos.

Habilidades blandas en la educación: enfrentar retos del siglo XXI

Las características de un buen docente le permiten adaptarse a los diferentes cambios en los procesos educativos. Si bien vivimos en un mundo hiperconectado, cargado de sobreinformación, el docente debe usar sus habilidades para afrontar desafíos como:

• Desarrollo tecnológico: la actualización implica cambiar los escenarios y gestionarlos para adecuarlos a los estudiantes. Formarse para hacer buen uso de las tecnologías y ayudar a los estudiantes a que también se relacionen con ellas de manera activa y segura.
• Diversidad cultural: en la era de la globalización los estudiantes vienen de distintas culturas y contextos sociales, por ello, los docentes deben hacer uso de su empatía, comunicación y flexibilidad para brindar espacios de aprendizaje y educación de calidad.
• Inclusión real: más que hacer uso de políticas inclusivas, es labor del docente fomentar las mismas oportunidades para todos sus estudiantes. Este es un proceso de mejora continua que implica darle valor al otro, una valoración centrada en la escucha y la participación activa. 

Ser docente en el mundo actual es una oportunidad para crecer junto a los estudiantes, estimular su aprendizaje y contagiar la pasión por la enseñanza. La Maestría en Docencia Universitaria y Educativa de la UTP se enfoca en el desarrollo de habilidades blandas, preparando a los docentes, a través de metodologías innovadoras, para marcar la diferencia en la vida de sus alumnos.

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Preguntas Frecuentes

¿Cuál es la importancia de las habilidades blandas en la educación?
Las habilidades blandas son fundamentales en la educación porque no solo se trata de transmitir conocimientos, sino de formar personas completas capaces de enfrentar los desafíos del mundo actual. Estas habilidades, como la empatía, la comunicación efectiva y la adaptabilidad, son cruciales para el desarrollo personal y profesional de los estudiantes.

¿Cómo puede un docente mejorar sus habilidades blandas?
Un docente puede mejorar sus habilidades blandas a través de la práctica consciente y el desarrollo personal. Esto implica trabajar en áreas como la empatía, la comunicación asertiva, el liderazgo y la inteligencia emocional. Además, buscar formación continua y estar abierto a recibir retroalimentación son pasos clave para fortalecer estas habilidades.

¿Por qué es importante la inclusión en la educación y cómo pueden los docentes fomentarla?
La inclusión en la educación es crucial para garantizar que todos los estudiantes tengan igualdad de oportunidades de aprendizaje. Los docentes pueden fomentar la inclusión creando un ambiente acogedor y respetuoso, adaptando sus métodos de enseñanza para atender las necesidades individuales de cada estudiante y promoviendo la participación activa de todos en el aula. Además, es importante sensibilizar a los estudiantes sobre la diversidad y fomentar el respeto hacia las diferencias.

En el área educativa hubo un quiebre postpandemia: la educación tradicional se convirtió en educación virtual. Un ambiente tecnológico donde la atención del estudiante y los factores que le afectan no son los mismos. 

Estos cambios llevaron a los docentes a transformar sus procesos e introducir herramientas nuevas para mantener motivados a sus alumnos.

De acuerdo con Berenice Palomino, docente de la Maestría en Docencia Universitaria y Gestión Educativa y jefa académica en la Escuela de Postgrado UTP, con la educación virtual los docentes debieron replantearse cómo seguir haciendo sus clases los encuentros participativos que eran cuando podían compartir el mismo espacio físico. Esto implicó formarse, investigar y apostar por el aprendizaje colaborativo en diferentes entornos.

Algunos de los desafíos que presentaron entonces pero que aún persisten son:

• Desigualdades en la capacitación del docente y del estudiante a nivel tecnológico. 
• Estrategias adaptadas sólo al entorno físico.
• Falta de interacción social en los en tonos digitales lo cual dificulta el aprendizaje colaborativo.

Educación virtual: ¿cómo enfrentarse a los desafíos?

Los docentes pudieron hacer frente a estos retos tras altas horas de capacitación y el desarrollo de estrategias que buscaban gestionar los comportamientos de los alumnos, estableciendo reglas y usando refuerzos positivos en las clases y fuera de ellas. Las estrategias implicaron diseñar experiencias donde el estudiante se sintiera incluido, valorado y con ímpetu. 

Estas formas de educarse apoyaron en aspectos como la flexibilidad, la comunicación asertiva y la creación de equipos. El foco se mantuvo siempre en la construcción de aprendizajes significativos y a largo plazo, donde diferentes formas de aprender potenciaron los encuentros.

En el contexto de la educación virtual, ahora educación híbrida, los docentes crean experiencias en las que los estudiantes pueden trabajar por resultados, de forma autónoma y colaborativa, para alcanzar su crecimiento personal y profesional. Para ello, se apoyan en métodos y herramientas que puedan utilizarse en entornos tanto presenciales como virtuales.

Herramientas tecnológicas educativas en la educación actual

En la Escuela de Postgrado UTP la tecnología es el vehículo para ofrecer educación de calidad, inclusiva y que permita desarrollar el potencial de los alumnos. 

Las herramientas usadas durante el proceso educativo permiten la simulación de casos reales, incentivan el trabajo colaborativo y tienen como objetivo generar en el estudiante más ganas de seguir aprendiendo, implementando y mejorando. 

Entre estas herramientas, según señala la docente y psicóloga Berenice Palomino, se encuentran:

Aulas virtuales para las sesiones

Estos espacios, que permiten ver clases de forma sincrónica o asincrónica, se basan en videoconferencias y el uso de microsalas para armar equipos y entregar feedbacks. 

Plataformas como Zoom o Blackboard, por ejemplo, ofrecen recursos como pizarras, espacios para votación, chats y la posibilidad de grabar para dejar el registro de la clase.

Aplicaciones para la creación de recursos

En el caso de ya no poder contar con herramientas físicas como plumones y post-it, se usan aplicaciones muy visuales, lienzos en blanco que permitan crear, de forma colaborativa, recursos para aprender. 

Un ejemplo de ello es Miro, una pizarra virtual infinita que permite crear diagramas de flujo, mapas conceptuales, flujos de trabajo ágiles, lluvia de ideas y más. 

Esta aplicación hace uso del diseño creativo para impactar visualmente e impulsa el aprendizaje cooperativo y colaborativo.

Bases de datos y bibliotecas virtuales

Para una educación virtual de calidad el acceso a textos e información digital, como libros, revistas, artículos y tesis actualizadas, es necesario. Por ello se aprovechan las bases de datos y repositorios, indexados y verificados, para conducir al estudiante en el procesamiento del conocimiento y en la construcción de sus aprendizajes.  

El uso de herramientas tecnológicas educativas por sí mismas no son suficientes, estas deben acompañarse con metodologías didácticas que lleven al estudiante a conectar sus conocimientos teóricos con la realidad. 

Estas metodologías o estrategias tienen como objetivo que el educando llegue a soluciones, plantee propuestas innovadoras y pueda confrontar situaciones posibles.  

El trabajo colectivo, la existencia de normas transparentes aplicables a todos los sectores y mallas curriculares flexibles y relevantes son esenciales para abrazar la diversidad en la educación. Es responsabilidad y compromiso de todos los involucrados en el proceso educativo generar ambientes adecuados para que el estudiante aprenda y sea autónomo en su aprendizaje. 

Metodologías que incentivan el aprendizaje colaborativo

Tanto en la educación virtual como presencial, el docente debe trabajar para que los estudiantes interactúen entre ellos para enriquecer su experiencia y desarrollar otras perspectivas. Entre las metodologías que usa para propiciar esta interacción se encuentran:

Método estudios de casos

Tiene por objetivo que el estudiante piense y se relacione con casos reales, en los que pueda aplicar sus conocimientos. Estos casos prácticos se suelen trabajar en equipo para discutir los diferentes puntos de vista desde la experiencia individual y plantear soluciones más ricas.

El estudio de casos busca el desarrollo del pensamiento crítico, la resolución de problemas y evaluar el proceso de toma de decisiones. Su uso facilita la integración de conocimientos y también fomenta el aprendizaje colaborativo.

Gamificación 

Con esta estrategia didáctica las personas pueden compartir y competir en un contexto lúdico. Esta genera un ambiente atractivo para el aprendizaje, potencia el trabajo en equipo y también promueve la autonomía. 

En la gamificación, el ambiente de diversión y el reconocimiento del progreso son esenciales para promover aspectos como la motivación y el compromiso de los estudiantes. 

Simuladores

Se diferencia del estudio de casos porque se crean situaciones que imitan la realidad, pero con diferentes variables y situaciones que no tienen aún una solución. 

Estas simulaciones generan experiencias inmersivas y realistas donde los conocimientos y las habilidades pueden llevar a respuestas creativas e innovadoras.

Para la docente Berenice Palomino estas estrategias permiten generar conexiones entre los estudiantes y compartir experiencias. El papel actual del docente es elegir y adaptar las diferentes metodologías al entorno y propiciar ambientes seguros para el desarrollo de habilidades individuales.

El docente ya no es quien “trae” información, sino quien reta a los estudiantes con situaciones para que combinen el conocimiento teórico y práctico.

En la Maestría en Docencia Universitaria y Gestión Educativa de la Escuela de Postgrado de la UTP trabajamos con diferentes metodologías didácticas que pueden adaptarse tanto a la educación virtual, como presencial e híbrida. 

Nuestros docentes, gracias a su formación integral, pueden desarrollar estrategias que respondan a las necesidades individuales de los alumnos y a las demandas de la sociedad.

La educación inclusiva es aquella que considera la diversidad como instrumento que enriquece y favorece los procesos de enseñanza y aprendizaje. Es la que ve en las diferencias riquezas para cada uno de los involucrados en el sistema educativo.

Para Ana Cecilia Mac Lean, directora de la Maestría en Docencia Universitaria y Gestión Educativa de la Escuela de Postgrado UTP y consultora independiente, las diferencias permiten que una sociedad crezca y se desarrolle en mejores condiciones. 

Si bien diversidad e inclusión son términos difíciles de definir, al ser conceptos intuitivos, la educación y la sociedad deben entenderlas y atenderlas para garantizar mejor calidad de vida, equidad de oportunidades y participación ciudadana.

La docente asegura que la educación tradicional ha tendido a la estandarización y a la segregación, mientras que en la actualidad es preciso construir ambientes donde los estudiantes se sientan aceptados y recibidos. 

Para esto, se requiere ver la educación desde diferentes ángulos, aprovechar las distintas ventanas a la diversidad y crear mejores experiencias de enseñanza y aprendizaje. 

Educación inclusiva: ¿un camino por construir?

Los seres humanos poseen diferencias: étnicas, de género, religiosas, de orientación sexual, por situación económica, por discapacidad o incluso por estilos de aprendizaje. Según datos de la UNESCO, 40 % de la población mundial no tiene acceso a una educación en una lengua que hable o entienda, este, entre otros factores, dibuja un panorama desigual a nivel educativo. 

En este contexto, la educación inclusiva busca ofrecer las mismas oportunidades para todos, eliminando las barreras que impidan acceder a una educación de calidad. Señala la docente Ana Cecilia Mac Lean que la inclusión en la educación es más que una meta, es un proceso de mejora continua que consiste en valorar al otro. 

Esta valoración se centra en la escucha y la participación. No se trata sólo de tolerar y respetar el pensamiento de los demás, sino de valorar su aporte, de trabajar desde el pensamiento crítico lo que se concibe como mejor sociedad.

En la actualidad, gracias a la tecnología, tenemos acceso a diferentes entornos y culturas que nos permiten cuestionar lo que ya se sabe y ser conscientes de lo que se considera diferente o ajeno. Acercarse y comprender la diferencia nos lleva a enriquecer las potencialidades propias y desarrollar habilidades desde perspectivas renovadas.

Educación inclusiva: ¿cuáles son sus beneficios?

La diversidad en la educación permite que la multiplicidad de pensamientos, sentimientos y culturas se conviertan en una ventaja para el desarrollo de los educandos, no en un obstáculo. 

Cuando las personas aprenden en ambientes diversos, flexibles y creativos son más propensas a la autorreflexión y a la búsqueda de la equidad.

La inclusión en la educación implica integridad, honestidad, justicia, derechos y preocupación por el bienestar individual y colectivo, esto permite aprendizajes a largo plazo que sean integrales, tanto de conocimiento teórico como de desarrollo personal.

Los beneficios de la educación inclusiva pueden verse en los individuos a través de:

• Su autoestima: son personas que se sienten aceptadas, valoradas y escuchadas, independientemente de sus diferencias. Esto hace, por ejemplo, que se reduzca la deserción escolar, al sentirse seguros y atendidos. 
• Las habilidades sociales: los entornos de diversidad fomentan el respeto, la empatía y la solidaridad, así como el trabajo en equipo, el ayudar a sus pares a desarrollar diferentes habilidades.
• El rendimiento académico: la educación inclusiva alimenta experiencias de enseñanza y aprendizaje que tomen en cuenta necesidades, intereses y estilos de aprendizaje, contribuyendo a que el estudiante tenga mejor desempeño.

A nivel social contribuye a:

• Fuerza laboral diversa, con mayor ímpetu creativo y de innovación.
• Una sociedad más justa, donde todos y todas tengan las mismas oportunidades de éxito.
• Un mundo más democrático, empático y crítico donde exista la participación constante.

Diversidad y educación son términos complementarios que requieren de un liderazgo efectivo para aplicar estrategias y desarrollar procesos con el objetivo de ganar-ganar. Para ello los docentes necesitan herramientas y formación constante,  puesto que la educación inclusiva es un desafío permanente.

El trabajo colectivo, la existencia de normas transparentes aplicables a todos los sectores y mallas curriculares flexibles y relevantes son esenciales para abrazar la diversidad en la educación. 

Es responsabilidad y compromiso de todos los involucrados en el proceso educativo, generar ambientes adecuados para que el estudiante sea reconocido y valorado en su diferencia.

La Escuela de Postgrado de la UTP cuenta con políticas en torno a la inclusión que más que dibujar directrices busca crear experiencias para que los estudiantes aprendan e impacten, a su vez, con sus acciones a extramuros. 

Forma parte de nuestra Maestría en Docencia Universitaria y Gestión Educativa y conoce y desarrolla las herramientas necesarias para crear entornos inclusivos, donde la diversidad sea la norma.

Preguntas Frecuentes

¿Qué es la educación inclusiva y por qué es importante en la sociedad actual?

La educación inclusiva considera la diversidad como un elemento enriquecedor para los procesos de enseñanza y aprendizaje, promoviendo la igualdad de oportunidades y la participación ciudadana. Es fundamental en la sociedad actual para garantizar una mejor calidad de vida y equidad.

¿Cuáles son los beneficios de la educación inclusiva a nivel individual y social?

A nivel individual, la educación inclusiva promueve una mayor autoestima, habilidades sociales desarrolladas, y un mejor rendimiento académico. A nivel social, contribuye a una fuerza laboral diversa, una sociedad más justa y democrática, y un mundo más empático y crítico.

¿Qué se requiere para implementar la educación inclusiva de manera efectiva en el sistema educativo?

Se necesita un liderazgo efectivo, herramientas y formación constante para los docentes, trabajo colectivo, normas transparentes aplicables a todos los sectores, y mallas curriculares flexibles y relevantes. Es responsabilidad de todos los involucrados en el proceso educativo crear ambientes adecuados para reconocer y valorar la diferencia de cada estudiante.